Bar Restaurante O Goleta

La búsqueda de información en la Red sobre Santa Eulalia no me dio muchos resultados, así que nos lanzamos a la aventura dispuestos a dar con nuestros huesos en cualquier posada. Pasamos por Elvas, Sao Vicente e Ventosa y su conocido restaurante Pompílio (otro día lo visitaremos).

Llegamos al pueblo y recorrimos sus estrechas calles, admiramos sus humildes casas blancas, sus chimeneas, sus gentes sencillas, sus corros de hombres a la puerta de la taberna, los grupos de mujeres sentadas en la puerta de una casa, el olor profundo a flores de azahar, ropas tendidas en la calle, y helados "de maquina y cono de barquillo". Aparcamiento difícil, por no decir imposible, dentro del pueblo.

Preguntamos, y nos recomendaron un restaurante al lado de la Gasolinera, pero no dimos con ella, volvimos a preguntar y el resultado fue O Goleta, o Guleta como reza en la tarjeta que nos dio el dueño. Situado en la plaza cerca de la Junta de Freguesia Calle Largo capitao carpinteiro nº 5, pero la entrada al restaurante la tiene por detrás en la Rua Doutor Manuel Rasquilha Barradas.

Comedor pequeño, para unas 18 personas, bien colocadas. auténtico comedor de pueblo portugués al que le faltaba el Gallo. Compartimos el comedor con alguna pareja portuguesa, una señora sola, y con una ruidosa familia hispanoportuguesa.

Aceitunas zapatuas y pan de hogaza para iniciar; dijimos que nos retiraran el platito de presunto que nos ofrecieron. Vino de la tierra, Conventual, rico sin tirar cohetes.

Sopa de legumes, muy buena de verduras naturales.

Pollo asado con patatas fritas, estupendo.

De postre tarta de naranja y otra de algarvia (parecida al Molotof)

Café intenso, profundo. No demasiado caliente.

Hablando con el dueño, nos comentó los platos que vimos salir. Carpa asada, codillo, lomo de cerdo en salsa, bacalao dorado, bacalao asado, bacalao encebollado, habrá que probar. Nos invitó a una copa de Beirao (para ella, que conducía yo).